II Jornadas: Espectros de Althusser: Diálogos y debates en torno a un campo problemático
Biblioteca Nacional, Buenos Aires, Argentina.
29 y 30 de Noviembre, Sala J.L. Ortiz
1 de Diciembre, Sala Cortázar
El legado de Althusser sobrevive y ronda en torno al pensamiento contemporáneo.
Sabemos que las huellas de sus escritos han atravesado los surcos de múltiples disciplinas –desde la filosofía a la teoría política, pasando por el psicoanálisis– y que la reverberación de su obra no ha cesado de aparecer entre quienes fueran sus discípulos, y continuadores incluso entre sus contendientes.
Se diría que no necesitamos retornar a Althusser para que éste retorne. No obstante, si nuestra apuesta consiste en volver al corpus althusseriano, lo hace en la medida en que toda (re)lectura extiende los contextos de significación y habilita a una reflexión siempre productiva.
Diálogos y debates, entonces: entre el pasado y el presente, entre ciencia y filosofía, entre la política como reproducción y la política como transformación.
El campo problemático así planteado convoca una variedad de intervenciones: nos enorgullece darles acogida en estas Jornadas. Por ello, también, es que queremos compartirlas con quienes se interesan en las ciencias sociales, las humanidades, el psicoanálisis y la política.
Contaremos con la participación de:
Eduardo Grüner, Vittorio Morfino, Susana Murillo y Roberto Follari
Inscripción
Expositores $ar 100.- // Asistentes sin cargo
La inscripción puede abonarse de forma anticipada en la tesorería de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA. M.T. de Alvear 2230, 1 er piso. En el horario de 10 a 13 y de 14 a 18; o directamente durante la realización de las Jornadas en la Sala Juan L. Ortíz de la Biblioteca Nacional, los días 29 y 30 de noviembre. Para agilizar la acreditación en los días de las Jornadas se sugiere la inscripción previa en la Tesorería de la Facultad.
Actividad declarada de interés académico por la Facultad de Ciencias Sociales - UBA
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas" - Programa - LUNES 24
10.30 - Apertura
11.00 - Mesa 1: Teoría de la ideología
Coord.: Ricardo Terriles
Karczmarczyk, Pedro,(UNLP, Conicet) “El análisis de la ideología en Althusser y el análisis terapéutico de Wittgenstein.”
De Gainza, Mariana, “La actualidad de la lectura sintomática.”
Burdman, Javier, (IIGG-UBA, Conicet) “Distorsión, transparencia y universalidad en la teoría de la ideología. De Althusser al posmarxismo”
Martín, Facundo,(FFyL -UBA)“Sujeto e Ideología en Althusser y Adorno. Una puesta en diálogo.”
Ramírez, Fernando; González, Juan Alberto; García Uldry, Sebastián, (Trialéctica) “El lugar del concepto de ideología en las Ciencias Sociales.”
13.30 - Receso
15.00 - Mesa 2: Teoría y práctica política
Coord.: Natalia Romé
López, Damián, (FFyL-UBA, Conicet)“La veritá efectuale della cosa. Maquiavelo y la lección de Althusser.”
Bressano, Clara, (FSOC-UBA, Conicet)“La práctica teórico-política como ruptura revolucionaria.”
Nepomiachi, Ezequiel, (IIGG-UBA) “Teoría, política: notas sobre el Maquiavelo de Althusser.”
Figueiredo, Laura, (FSOC-UBA) “Sobredeterminación y práctica política. Notas para una investigación.”
17.00 - Mesa 3: Ideología y sujeto
Coord: Pablo Livszyc
Viterbo, Leandro, (UBA-FSOC)“Althusser y Voloshinov: aproximaciones a un diálogo posible.”
Ré, Carolina, (IIGG-UBA) “La constitución del sujeto en Butler a partir de la teoría de Althusser. Críticas y contra-críticas.”
Terriles, Ricardo,(IIGG-UBA) “Sujeto y lazo social en la teoría de la ideología de Louis Althusser.”
Sarchman, Ingrid, (IIGG-UBA) “Los límites del concepto de Interpelación. Críticas y aportes del psicoanálisis para abordar el concepto de sujeto en Althusser.”
Caletti, Sergio; (IIGG-UBA)“Dilemas de lo Imaginario”
19.00 : Panel
Patrice Vermeren ; (U.Paris-VIII) “Georges Canguilhem, Althusser et les Althussériens"
Emilio de Ipola; (IIGG-FSOC-UBA) « Althusser y Lévi-Strauss.”
Coord.: Sergio Caletti
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas"- Programa - MARTES 25
Coord.: Paula Morel
Farrán, Roque; (UNC, Conicet) “¿Subversión epistemológica o epistemología de la subversión? El concepto de sujeto revisitado.”
Barciela, Gonzalo (IDAES-UNSAM)“Sobre parricidios y fidelidades. Ernesto Laclau y Alain Badiou lectores de Althusser.”
Ackerman, Sebastián; Hernández, Silvia; Morel, Paula (FSOC- UBA) “Acercamiento al pensamiento de las relaciones entre sujeto y política: Althusser y Badiou.”
Avellaneda, Aldo (CES-UNNE, Conicet) “La práctica política en lo ideológico y lo sobredeterminado.”
Fair, Hernán (CEDIS-UNSAM, Conicet) “Ideología, sujeto y política. Contribuciones a partir del legado de Althusser”
13.00 - Receso
14.30 - Mesa 5: Marxismo, historia y estructura
Coord.: Ernesto Schtivelband
Martínez Olguín, Juan José (IIGG-UBA)“El concepto de historia en el pensamiento de Luis Althusser y su definición en términos de temporalidad histórica diferencial: causalidad estructural y totalidad social sobredeterminada.”
Miliddi, Federico Martín (UBA, Conicet) “Aproximaciones a una lectura materialista de Louis Althusser.”
Dell´Unti, Juan Cristóbal (FAHCE-UNLP)“La recepción de Althusser en Mil Mesetas: del estudio de un caso a la reformulación del concepto de Estado.”
Rodríguez, Esteban; (UNLP) “Desbocado: Althusser más allá de Marx.”
17.00 - Mesa 6: Ciencia y filosofía
Coord.: Ingrid Sarchman
Collazo, Carolina (IIGG -UBA) “Determinación y contingencia: esbozos de una ¿nueva? revisión althusseriana”
Livszyc, Pablo (IIGG-UBA)“Althusser, la ciencia, lo real.”
Romé, Natalia (IIGG-UBA, Conicet)“Hacer filosofía para ‘no contarse historias.” Notas sobre filosofía e historia en el pensamiento de Louis Althusser.”
Gassmann, Carlos (IIGG-UBA); “Sobre lo que dijo ser y lo que fue la Lectura sintomática de Althusser.”
19.00 : Panel
Susana Murillo; (IIGG-FSOC-UBA) "La invisiblización/visibiliación de Althusser. Olvidos y recuerdos encubridores en tiempos del fin de “las ideologías”.
Eduardo Grüner (IIGG-FSOC-UBA) “Ocultar desocultando, o por qué la ideología es in/consciente.”
Coord.: Carlos Gassmann
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas" Mesa 1: Teoría de la ideología- abstracts
Pedro D. Karczmarczyk
Departamento de filosofía, UNLP y CIC-CONICET
peterkado@yahoo.com, deptofi@huma.fahce,unlp.edu.ar
Palabras clave:
ideología, interpelación, sujeto, práctica, gramática,
Un diálogo, una comparación y una complementación crítica entre las perspectivas de Althusser sobre la ideología en su trabajo Ideología y aparatos ideológicos de estado (Bs. As. Nueva visión, trad. de Alberto Pla) y el abordaje del lenguaje que surge en la perspectiva del segundo Wittgenstein, principalmente en las Investigaciones filosóficas [IF] (Barcelona, Altaya, 1999), nos parece un camino fructífero por diferentes razones. En primer lugar, porque el filósofo austríaco ofrece desarrollos detallados, tal vez los más detallados que puedan encontrarse en la filosofía contemporánea, para establecer algunos puntos de la argumentación de Althusser (por ejemplo la materialidad de las prácticas simbólicas). Por su parte, el cruce de la filosofía wittgensteiniana con la avenida althusseriana renueva el debate acerca de cuál es el sentido político de la filosofía del vienés. Esto por un lado, ya que además de los puntos de semejanza, los puntos de divergencia son un aliciente importante para revisitar el trabajo de ambos pensadores.
En el presente trabajo nos proponemos realizar una aproximación provisional a los puntos de contacto que pueda servir para un trabajo de mayor alcance de comparación crítica y desarrollo sistemático.
Althusser lleva adelante en la obra que consideramos, un cuestionamiento radical de una concepción de la ideología que podríamos denominar idealista, que se encuentra representada en diferentes reflexiones marxistas a partir de presentación de esta noción en La ideología alemana. En la filosofía wittgensteiniana encontramos un rechazo igualmente radical de lo que algunos de los intérpretes del vienés denominan “determinismo semántico” (Mary Hesse, David Bloor, Martin Kusch), esto es, la tesis que sostiene que existe un dominio (tradicionalmente ideas, pero también disposiciones u otros estados de un individuo) acerca del cual sería posbible construir un discurso que tuviera relevancia explicativa en relación con nuestro comportamiento lingüístico (cumpliendo el rol de una fuente de la el mismo que brota). En su lugar, el austríaco propone pensar la comprensión del significado en términos de uso. Comprender o captar el significado es “dominar una técnica”, participar en una práctica. El discurso semántico así interpretado es despojado de los compromisos representacionalistas con los que se lo asociaba tradicionalmente, revelando ahora que el lenguaje humano tiene la forma de una práctica en la que se otorgan, se conservan y se retractan determinados estatus sociales. Más aún, Wittgenstein se ha ocupado insistentemente en mostrar cómo esas prácticas generan continuamente ilusiones que tienden a proyectar, a partir de algunos rasgos de nuestras expresiones lingüísticas (“Toda una nube de filosofía se condensa en una gotita de gramática.” IF, II, p. 508). De ese modo aparece una metafísica que se presenta como la explicación de nuestro uso ordinario del lenguaje y como un estándar de normatividad. La imagen (Bild, picture) que captura a los hablantes es así la de un sujeto que capta ideas en su mente y somete su comportamiento, por respeto a la regla contenida en la idea.
El trabajo reconstructivo o crítico (“terapéutico” en términos wittgensteinianos) intenta despejar lo que era el dato de esta construcción de la interpretación sobreimpuesta sobre el mismo. Este trabajo wittgensteiniano da una versión semejante a la que Althusser propone a través de Pascal “Arrodillaos, moved los labios y creereis” (p. 50). Allí donde la versión metafísica señala que “Porque comprendemos el mismo concepto actuamos del mismo modo”, en la que el énfasis está puesto en el antecedente del condicional (comprendemos) la elucidación terapéutico desplaza los énfasis señalando la primacía de la práctica, que en su representación conceptual tiene la forma de una condicional contrapuesto: “si no actuamos del mismo modo (de manera reiterada) entonces no (decimos que) comprendimos el mismo concepto” (véase la interpretación de Kripke Wittgenstein on Rules and Private Language, 1982). Lo que va entre paréntesis en esta fórmula desea indicar que la misma no funciona de manera algorítmica, sino de manera aproximada (es a menudo suficiente que X no actúe como lo esperamos para que digamos que X no sigue la regla, etc.). Queda allí un espacio indeterminado, y por ello de disputa, que podemos pensar como uno de los terrenos de la lucha ideológica.
En consecuencia, el “determinismo semántico” presenta varios puntos de contacto con la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia (p. 43) Más aún, este trastocamiento de la relación básica (práctica y material), en una relación idealista y representacional (Ver Althusser p. 48, 49 y 51) ha sido uno de los objetos privilegiados de los estudios de Wittgenstein: “allí donde nuestro lenguaje nos hace presumir que hay un cuerpo, y no hay un cuerpo, allí, quisiéramos decir, hay un espíritu” IF # 36.
Hechas estas observaciones preliminares podemos pasar a considerar que, en general, el sistema cuádruple de la estructura especular de la ideología (Althusser, p. 62) presenta análogos prima facie plausibles en términos de la analítica terapéutica wittgensteiniana.
Los dos primeros momentos: (i) la interpelación de los individuos como sujetos y (ii) la sujeción de los mismos al Sujeto, pueden ponerse en paralelo con la sujeción del individuo al significado o a una regla, que hace del mismo un hablante integrado en un juego de lenguaje, es decir, en una comunidad de habla y actividades (práctica). La relación de dependencia mutua entre el sujeto y los sujetos (iii) puede emparejarse con la elucidación gramatical que exhibe una trama en la que los significados y las reglas no poseen una existencia sustantiva, pero en la cual la referencia a los mismos (“atribuciones semánticas” como “X sigue la regla tal o cual”) tienen un rol constitutivo dual (de la regla y de los sujetos a la regla a partir de la práctica como base de atribución). Y el aspecto que Althusser denomina “garantía” (iv), de acuerdo al cual en la mayoría de los casos los sujetos en el seno de los dispositivos ideológicos “marchan solos” remite a la noción wittgensteiniana de “forma de vida” (que no es una noción que pueda agotarse biológicamente) que hace que las consecuencias de una regla (que el análisis muestra que no pueden justificarse lógicamente) sean para los sujetos obvias, de modo que la ausencia de dudas acerca de cómo continuar ( “saber como continuar”) es una base para la atribución semántica, es decir, para la constitución de ese individuo como sujeto a esa regla.
Las analogías señaladas justifican a nuestro juicio la tarea emprendida, pero antes de puntualizar los conflictos vale la pena reparar en la semejanza entre dos declaraciones. Althusser sostiene que sus observaciones concluyen en que: “…la ideología no tiene afuera (para ella), pero al mismo tiempo que no es más que afuera (para la ciencia y la realidad)” (p. 56), Wittgenstein sostiene por su parte: “La filosofía expone meramente todo y no explica ni deduce nada.— Puesto que todo yace abiertamente, no hay nada que explicar. Pues lo que acaso esté oculto, no nos interesa.” (#126).
Este último punto nos lleva a plantear la cuestión del estatuto de los enunciados acerca de la ideología y la naturaleza del lenguaje. El análisis terapéutico que Wittgenstein desarrolla en las Investigaciones parece compartir con su trabajo en el Tractatus una perspectiva que con Apel y Habermas podríamos denominar “filosofía trascedental no afirmativa”. Se trata de una filosofía que clarifica las condiciones de posibilidad, pero que a la vez que clarifca desarrolla un argumento autofágico que destruye las condiciones de posibilidad del metalenguaje en el cual esas conclusiones deberían ser afirmadas. (véase Paulo Margutti Pinto, Iniciação ao silêncio, Loyola, Sao Paulo, 1998). Ese metalenguaje imposible es el discurso de la verdad al que se contrapone el discurso ideológico. Intentaremos desarrollar en nuestro trabajo el problema del estatuto del discurso de Althusser apoyándonos en los trabajos realizados por Etienne Balibar (Nombres y lugares de la verdad) y Salvoj Zizek (Ideología. Mapa de una cuestión).
“La actualidad de la lectura sintomática”
Mariana de Gainza
Universidade de São Paulo- USP
marianagainza@gmail.com
Palabras clave:
lectura sintomática – ideología – sobredeterminación – núcleo traumático
Mi propósito en este trabajo es intentar problematizar cierta afirmación que Slavoj Žižek realiza al analizar las posibilidades de una revitalización de la teoría de la ideología. Partiendo del diagnóstico de que si el pensamiento crítico quiere estar a la altura de los desafíos que le colocan las formas de sujeción ideológica de las sociedades contemporáneas debe necesariamente reconsiderar las modalidades clásicas de la crítica de la ideología, Žižek sostiene que “ya no podemos someter el texto ideológico a la lectura sintomática, confrontarlo con sus puntos en blanco, con lo que ha de reprimir para organizarse, para preservar su consistencia -la razón cínica toma en cuenta esta distancia de antemano.” [El sublime objeto de la ideología, Mexico, Siglo Veintiuno, 1992, p.58]. Si bien el diagnóstico es certero y, en general, las líneas básicas de la indagación žižekiana muy sugerentes, quisiera sin embargo poner en cuestión tal afirmación de que la lectura sintomática como modalidad efectiva de la crítica habría caducado, pues la actitud cínica -marca fundamental de la subjetivación en el contexto del capitalismo tardío- la volvería impotente. Aunque esta postulación es comprensible en el contexto de la argumentación de Žižek, me parece que tal decreto de caducidad, usando un giro retórico žižekiano, “procede demasiado rápido”, es decir, que la lectura sintomática es abandonada antes de que sus potencialidades sean efectivamente consideradas y agotadas. En todo caso, sería productivo confrontar la presentación de la lectura sintomática que hace Žižek, con la lectura sintomática tal como la ha entendido Althusser, para luego volver a formularse la pregunta sobre su agotamiento. Esa comparación es legítima dentro del mismo contexto de enunciación žižekiano, pues Althusser es asumidamente una de sus influencias teóricas fundamentales; pero además es, fundamentalmente, quien ha abierto las posibilidades del uso filosófico de una estrategia de lectura de síntomas de origen psicoanalítico.
Javier Burdman
CONICET / IIGG
jaburdman@gmail.com
Palabras clave:
ideología – universalidad – hegemonía - epistemología
En el trabajo retomamos la teoría de la ideología de Althusser y problematizamos sus dos dimensiones principales: la funcionalista, según la cual la ideología garantiza la reproducción de las relaciones sociales, y la epistemológica, según la cual la ideología produce un efecto de desconocimiento de las condiciones de existencia reales de los sujetos. Luego de desarrollar el modo en el que estos elementos son tratados por Althusser, recuperamos las críticas realizadas por algunos de sus seguidores a la relación entre ideología y estructura económica. Badiou demuestra que la idea de determinación en última instancia por la economía es esencialmente contradictoria con los supuestos teóricos del estructuralismo; puesto que la instancia económica no puede ser pensada por fuera de la totalidad estructural, las demás instancias (incluida la ideología) no pueden ser entendidas solo en términos de su correspondencia con aquélla. De Ipola cuestiona la distinción entre conocimiento “científico” y desconocmimiento “ideológico” al demostrar que el mecanismo imaginario, que Althusser adjudicaba a la ideología, está presente también en los orígenes del materialismo histórico. En el mismo sentido, Ranciére sostiene que el conocimiento científico nunca puede ser desvinculado de las condiciones subjetivas-ideológicas bajo las cuales aquél es producido y transmitido.
Si bien estas críticas muestran las limitaciones de la teoría althusseriana de la ideología, plantean nuevos problemas que están lejos de quedar resueltos. Si la ideología no consiste en un conocimiento falso o subjetivo que distorsiona la neutralidad del discurso científico, ni en una serie de representaciones que garantizan la reproducción de las relaciones sociales, no queda claro en dónde podría situarse la especificidad de la noción de ideología. Para buscar una respuesta, recurrimos a los aportes de Laclau y Zizek, quienes buscan reflexionar sobre dicha noción sin retomar las distinciones epistemológicas propias de concepciones realistas de lo social. De ese modo, postulamos que la ideología tiene que ver con la universalidad, pero no en el sentido epistemológico de una verdad que está por sobre las percepciones particulares, sino en el de un efecto de universalización a partir de una particularidad. El sentido distorsivo de la ideología puede ser entendido, por lo tanto, no a partir de la distinción entre verdad y falsedad, sino como un efecto necesario según el cual un grupo social percibe su posición particular como universal. Dicho efecto es el que abre el juego a las prácticas hegemónicas
Finalmente, argumentamos esta tensión entre particularidad y universalidad es uno de los problemas centrales de la democracia contemporánea.
Facundo Nahuel Martín
FyLL- UBA
facunahuel@gmail.com
Palabras clave:
Teoría Crítica – Ideología – Sujeto – Historia
Este trabajo propone una puesta en diálogo entre las concepciones de la ideología y el sujeto en el Althusser “clásico” de Ideología y aparatos ideológicos del estado y Dialéctica negativa de T. W. Adorno. La elucidación de las diferencias entre ambos planteos va a enmarcarse en el desarrollo de dos puntos de articulación fundamentales: la constitución del sujeto y la inmanencia de la ideología a la práctica.
Tanto Adorno como Althusser ven al sujeto como producto de la sujeción ideológica. Para Althusser la interpelación es la operación ideológica que constituye al sujeto. La ideología provee al individuo de una relación imaginaria con las relaciones sociales de producción al tiempo que le permite a asumirse como sujeto. Así, éste puede actuar autónomamente, garantizándose en ello su sujeción a las necesidades de la reproducción de la fuerza de trabajo (Althusser, 1988:133). Según Adorno, análogamente, el hombre se subjetiva la cultura, en el proceso de interacción con otros. El sujeto -que se quiere dominador sobre la naturaleza- es en sí mismo un resultado de la violencia ejercida sobre los individuos a manos de unas relaciones sociales cosificadas. El sujeto como principio sistemático del domino se configura socialmente en la enajenación del espíritu objetivo y la oposición entre lo universal y lo particular, bajo cuya estructura el individuo conforma su conciencia de sí (Adorno, 2002: 282, 317, 318). En ambos pensadores, el hombre deviene sujeto en virtud de su sujeción en el seno de su actividad social.
El problema del sujeto como construcción ideológica remite, además, a la pregunta por la ideología misma. Adorno y Althusser, aunque de maneras diversas e incluso contrarias, sostienen que la ideología no es un mero encubrimiento de las relaciones sociales materiales ni un efecto separable de ellas. Por el contrario, la ideología se gesta en el interior de la práctica. Para Althusser (Althusser, 1988: 126 a 129) es la disposición del cuerpo en el seno de los aparatos ideológicos lo que configura la relación ideológica con el mundo (por ello “la ideología tiene existencia material”). Para Adorno (Adorno, 2002: 324 y 325) la ideología encarna en las relaciones sociales mismas, en los modos históricos concretos bajo los que los hombres se relacionan entre sí y con la naturaleza. En un caso, la ideología funciona a través de los aparatos ideológicos, actualizando su vigor en la práctica misma que esos aparatos imponen. En el otro, es la racionalidad intrínseca al conjunto de las relaciones sociales la que resulta ideológica. Según Adorno, la percepción “mistificada” de la realidad no proviene de la acción de varios aparatos específicos, sino que se da directamente en las relaciones sociales de producción como emergente de un cierto tipo de racionalidad histórico. Para Althusser, en cambio, es determinante el triunfo de la clase dominante en la imposición de su propia perspectiva (la ideología dominante) sobre los aparatos ideológicos. En suma, la mirada althusseriana enfatiza la importancia de la lucha de clases, mientras que la adorniana da primacía al orden las relaciones sociales objetivas (y sin que esto implique, en ninguno de los dos casos, una mirada reduccionista o unilateral, sino simplemente una diferente distribución de los acentos). Sin embargo, en ambos casos la ideología es concebida como una realidad práctica, que se incrusta en lo histórico bajo una productividad específica ligada a la conformación de los sujetos.
Bibliografía citada:
Althusser, L. (1988). “Ideología y aparatos ideológicos del estado” en La filosofía como arma de la revolución, Buenos Aires: Pasado y Presente.
Adorno, T.W. (2002). Dialéctica negativa, Madrid: Editora Nacional.
Lic. Fernando Ramírez;
Lic. Juan Alberto González;
Lic. Sebastián García Uldry.
Trialéctica (Grupos de Estudio en Filosofía y Psicoanálisis.)
trialectica@gmail.com - http://trialectica.blogspot.com/
Palabras claves:
Ideología, Ciencia, Práctica teórica, Problemática.
La noción de Ideología ha sido criticada por un sinfín de autores provenientes de las Ciencias Sociales en general y de la teoría marxista en particular. Louis Althusser se inscribe sin duda entre los mismos. Los acontecimientos históricos, políticos y sociales de las últimas décadas han llevado a que algunos autores hayan reformulado dicho concepto, y que otros, directamente lo hayan excluido del análisis de las transformaciones en las prácticas de nuestra totalidad social. La lectura que desarrollaremos en este trabajo permite identificar los alcances del concepto althusseriano de Ideología como una herramienta válida para el análisis de la sociedad, a la luz de la rectificación del problema de la relación ciencia – ideología contra las posiciones especulativas en la tradición de la filosofía racionalista. Sobre la base de este concepto es que consideraremos, también, las modificaciones teóricas que el mismo autor ha hecho en el seno de su propia obra para demostrar el potencial analítico que el concepto de Ideología encierra, a nuestro juicio todavía hoy, en el campo del pensamiento contemporáneo dentro de las Ciencias Sociales.
Para esquematizar nuestro trabajo, lo dividiremos en cinco apartados. Primero, describiremos las distintas definiciones ya clásicas sobre Ideología que encontramos a lo largo de la obra de Marx, todas ellas, encuadradas bajo una lectura de la problemática en juego. Segundo, haremos un recorrido genealógico en la obra de Althusser para constituir su propio concepto de Ideología. Tercero, recorreremos algunas de las críticas realizadas por autores contemporáneos sobre tal concepto. Cuarto, delimitaremos las causas que nos llevan a afirmar que la noción de Ideología construida por Althusser es una herramienta valida e ineludible para el análisis dentro de las ciencias sociales. Quinto y último, intentaremos dar cuenta de uno de los alcances problematizados desde esta óptica en el campo específico de la práctica psicoanalítica: la incidencia de la estructura ideológica en la formación social y su inserción en la constitución subjetiva, acontecimiento que nos conduce a constantes replanteos en nuestra especificidad clínica.
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas" política- abstracts Mesa 2: Teoría y práctica
Damián López
FFyL-UBA, Conicet
damianlopez@gmail.com
Palabras Clave:
Filosofía Política, Materialismo Aleatorio, Acción Política, Sujeto.
Si bien hasta hace no mucho tiempo la mayor parte del ámbito académico sostenía que la obra del filósofo marxista Louis Althusser había perdido toda vigencia e interés (esto declarado con tanta vehemencia como adhesiones concitaba en otro momento), desde hace algunos años lenta pero cada vez más claramente se advierte una reconsideración y revisión del pensamiento de uno de los intelectuales franceses más importantes del siglo XX. Así, sobre todo a partir de un tardío reconocimiento de que toda una serie de obras críticas de relativa influencia en la actualidad sólo son comprensibles teniendo en cuenta sus vínculos con desarrollos teóricos y conceptos elaborados por Althusser, han aumentado en cantidad y calidad los trabajos dedicados a discutir y analizar su legado. En verdad, esta tendencia fue anticipada por la publicación, posterior a su muerte en 1990, de un importante número de textos inéditos (en francés, aunque poco a poco se traducen a otros idiomas) que nos sorprenden tanto por su riqueza como por su análisis de autores y temáticas poco presentes en su obra “exotérica”. Entre estos escritos rescatados, pertenecientes a diversas etapas de la producción intelectual de Althusser, resultan especialmente relevantes, dado el vacío de textos disponibles, aquellos producidos durante el período posterior al homicidio de su esposa Hélène. Así, gracias a ellos, la década del ‘80, que se consideraba de silencio y apartamiento, puede ahora ser vista bajo otra luz: se nos presenta un activo “último Althusser” preocupado por dar una respuesta teórica a problemas que ya había abordado durante los ‘70; o sea que puede establecerse, al tiempo que una reorientación, una continuidad con su trabajo anterior pese al silencio público.
Algo que llama la atención encontrar entre la gran cantidad de textos inéditos rescatados es la constante referencia a la obra de Maquiavelo. Es que si bien se sabía del temprano interés de Althusser por la obra del florentino (al cual dedicó un primer curso en 1962), la lectura del material revela que su lugar era de una enorme importancia, a pesar de prácticamente no aparecer en los textos que decidió publicar. Además, esta importancia se acrecentó con el correr de los años. Ya en los ‘80, Althusser enfatizaba la preeminencia de Maquiavelo entre una serie de pensadores de la tradición materialista, sobre todo por su relevancia para intentar repensar una alternativa teórica y práctica a ciertos callejones sin salida a los que había llegado el marxismo y la izquierda partidaria.
El objetivo del trabajo propuesto será examinar entonces algunos aspectos significativos de la interpretación de Althusser sobre Maquiavelo. Esta lectura se sitúa por básicamente en el contexto de reorientación y crisis teórica que implicaron para Althusser los años ‘70. Intentaremos entonces seguir algunas claves del en nuestra opinión muy productivo y lúcido análisis althusseriano de Maquiavelo, y de explicar el vínculo entre el crecimiento de su lugar como referente con el replanteamiento de un campo teórico en crisis: aquí, tanto el contexto de producción de los textos como la continuidad de ciertas tensiones teóricas (deberíamos decir, su desplazamiento hacia otras nuevas) nos permitirán examinar el trabajo del “último Althusser”. Algunos ejes del análisis serán: la relación entre la teoría y la práctica política; la concepción sobre la política y la historia; la revisión del problema del sujeto o agente a partir del de la acción política; el notable lugar ocupado por Maquiavelo en el “materialismo aleatorio” que Althusser propondría como alternativa teórica en sus últimos años.
Clara Bressano.
UBA – FCSoc / CONICET
cbressano@gmail.com
Palabras clave:
ruptura espistemológica, lucha política, práctica teórica, comunismo
Si la vuelta al humanismo marxista representaba para Althusser una recaída en la ideología se debía, más que a un capricho teórico o a un simple afán polemista, a que para él había sido el propio Marx quien a partir de la “ruptura epistemológica” expresada en sus textos de madurez había establecido nuevas (otras) problemáticas teóricas y políticas y que, por lo tanto, fundar una teoría en el hombre o en la esencia humana implicaba una lectura inocente del mismo Marx y de la revolución teórica que su pensamiento había producido.
Puesto que Althusser reivindicaba una lectura de Marx donde las categorías y problemáticas humanistas y antropológicas habían sido liquidadas por otros conceptos, y, donde el sujeto era un “sujeto portador de estructuras” políticas, ideológicas y económicas, la crítica lo ubicó como el representante marxista al interior del estructuralismo naciente. Si para Althusser el propio Marx se había liberado de su pasado hegeliano y feuerbachiano, su escritura estaba resuelta a colaborar en profundizar esa distancia que a sus ojos era irreconciliable.
De aquí que repensar a Marx en este contexto era buscar y redefinir la actualidad práctica y teórica del marxismo frente a una izquierda que conocía, ya sin engaños, los “crímenes” perpetrados en nombre del comunismo. Asimismo, aparecía la necesidad de entablar una lucha ideológica desde la práctica teórica en contra de la “nueva” filosofía, la cual se proponía exhumar la filosofía hallada en los escritos de juventud del Marx ‘humanista’ frente a la rigidez del cientificismo soviético.
De esta manera, Althuser entabla una lucha de clases en la teoría en tanto, como nos dirá en Para una crítica de la práctica teórica “la crítica de los errores, (...) entrañó inevitablemente lo que es necesario llamar con claridad: un desencadenamiento de temas ideológicos y filosóficos burgueses en los propios partidos comunistas” recuperación de temas y problemáticas que no hacían más que desplazar aquello que para Althusser seguía siendo vital políticamente en el presente: la transformación revolucionaria de la sociedad. Sobre este telón de fondo puede comenzar a comprenderse aquella fórmula tan criticada y provocativa: “Hacer filosofía es hacer política en la teoría (...) porque todo lo que sucede en la filosofía tiene, en última instancia, no sólo consecuencias políticas en la teoría, sino también consecuencias políticas en la política: en la lucha de clase política”.
Las múltiples críticas realizadas son producto de aquella necesidad de revitalizar la intervención política como la única acción capaz de transformar la sociedad. En un momento histórico en el que nuevas formas de lucha política emergían y frente al "compromiso" de clases que el “gigante” Estado Social había sellado la producción althusseriana repensará y atacará aquellos conceptos que estancaban o debilitaban la compresión de aquella revolución bolchevique inconclusa y de los nuevos acontecimientos revolucionarios en el mundo. Como bien dicen Blackburn y Stedman Jones, “Althusser ofrece una convincente crítica de aquellos teóricos que creen poder provocar una revolución con los encantamientos de la dialéctica o mediante la comunión mística con algún sujeto revolucionario privilegiado, sea éste el campesinado del Tercer Mundo o el proletariado de los países capitalistas progresistas”. La insistencia de Althusser sobre la relación entre conceptos y realidades en las relaciones de fuerza política— ya que la política es, siguiendo a Lenin y a Gramsci, relaciones de fuerzas, no la voluntad impuesta arbitrariamente por una clase— es pensada desde la estrategia en el campo de la lucha de clases política. Con esto queremos subrayar que si bien una discusión teórica en torno a conceptos no tiene una consecuencia inmediata en lo real desde la perspectiva de Althusser resulta tarea fundamental, ya que de estas definiciones teóricas depende la estrategia a darse en la lucha política.
Ezequiel Nepomiachi
IIGG-FSOC
Palabras Clave:
ideología, sujeto, política, Maquiavelo.
El presente trabajo es un intento por pensar el problema de la relación entre política e ideología en la obra althusseriana.
Con tal fin, comenzaremos nuestro análisis partiendo del modo en que Althusser conceptualiza la ideología. Nos centraremos en el análisis que hace del humanismo y recorreremos el camino que conduce a sostener una ruptura con todo humanismo filosófico.
En este punto, lo que nos interesa enfatizar es el doble carácter de la ideología. Por un lado, dice Althusser, se deben rechazar las pretensiones teóricas del humanismo. Y por el otro, sostiene, debemos reconocer el papel práctico que cumple, su función social.
Es esta segunda característica la que implica que “el conocimiento de una ideología es al mismo tiempo el conocimiento de las condiciones de su necesidad”(1) . Es pues esta definición la que será vital a la hora de pensar la ideológía desde el punto de vista de la práctica política.
Por otra parte, cuando Althusser da cuenta del carácter activo de la ideología, es decir, cuando afirma que tiene efectos reales en las condiciones de existencia, aclara que la relación que los hombres entablan con la ideología no puede ser puramente instrumental, puesto que la ideología funciona de un modo tal que, en cuanto se la concibe como una herramienta, se cae prisionero de ella. En este sentido, afirmará también que la ideología no es un puro medio de acción y que la clase dominante no mantiene con su ideología una relación de astucia pura. En el Althusser clásico la “solución” al problema de la relación entre la ideología y la política deriva, podríamos decir, en la afirmación de la “preeminencia de la formación teórica con respecto a la lucha ideológica”(2) .
Lejos ya de toda “desviación teoricista” – así es como el mismo Althusser califica restrospectivamente su empresa teórica - redescubre a Maquiavelo. Y encuentra en él a alguien del cual, según nos dice, se pueden aprender infinitas cosas, especialmente en relación a la acción política, puesto que fue Maquiavelo quien supo ir a la “verdad efectiva de la cosa”. Es en el pensamiento “excepcional” del florentino donde Althusser encuentra una teoría política determinada por el punto de vista de la práctica política.
Buscaremos entonces en la lectura althusseriana de Maquiavelo elementos que nos permitan volver a pensar la relación de la práctica política con la ideología, fundamentalmente, a partir del modo en que el Príncipe debe “inscribirse” en la ideología.
[1] Althusser, L., “Marxismo y Humanismo” en La revolución teórica de Marx, Siglo XXI, Buenos Aires, 1967. p. 190.
[2]Althusser, L., “Práctica teórica y lucha ideológía” en La filosofía como arma para
Laura Figueiredo
UBA-FSOC
Palabras clave:
Sobredeterminación, Sujeto, Ideología, Política.
Esta ponencia se interroga por las relaciones conceptuales que se establecen, en la obra de Louis Althusser, entre la noción de acción política en “Maquiavelo y nosotros” y la noción de contradicción sobredeterminada en “La Revolución teórica de Marx”. A pesar de la distancia temporal entre estos dos escritos, creemos que el concepto de sobredeterminación es una nota esencial para la comprensión de la práctica política en el último Althusser.
Por otro lado, lo propio del mecanismo ideológico que tiene por efecto al sujeto, cuestiones que el autor expone en “Ideología y aparatos ideológicos del Estado”, tiene igualmente su correlato en las lecturas que el francés propone sobre la obra del florentino fundador de la ciencia política.
Nuestro trabajo plantea sobre la base de estos dos ejes, que existe una línea de continuidad en la producción de Althusser, en contraposición a las argumentaciones que señalan las rupturas con sus primeras obras.
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas" Mesa 3 Ideología y sujeto - abstracts
Leandro Viterbo
UBA- FSOC
leandroviterbo@yahoo.com
Palabras clave:
Imaginario, lenguaje, discursos, subjetividad.
Nuestro trabajo se propone desarrollar un estudio comparativo entre dos autores representativos de la tradición marxista, L. Althusser y V. Voloshinov. Una indagación semejante tiene por objeto no solo la exploración de aquello que ambos tienen en común, sea desde el punto de vista de sus premisas teóricas, sea desde el andamiaje conceptual que cada uno de ellos pone en juego en sus respectivos análisis, sino que sobre todo procura identificar aquellos nudos problemáticos que habilitan a pensar ciertas articulaciones teóricas a la manera de un diálogo abierto, como una relación de intercambio provechoso en términos heurísticos.
En ese sentido, nuestra exposición se desarrolla en tres etapas. En primer lugar, nos proponemos situar las principales coordenadas teóricas de estos autores, sus puntos de partida y sus problemas específicos. En segundo término, intentaremos un examen de aquellos conceptos que entendemos fundamentales para iniciar una articulación fecunda entre ambos, aquellos elementos que consideramos ineludibles para inteligir cierto nivel de entrelazamiento, acaso menos inmediato que las simples analogías referidas al legado de una tradición teórica en común. Más concretamente, conjeturamos que ese otro nivel de entrelazamiento teórico puede construirse a partir de la postulación de lo ideológico como expresión de las relaciones imaginarias que los hombres mantienen con sus condiciones sociales de existencia, según el planteo de Althusser, y con la tesis de la multiacentualidad del signo social, tal como la desarrolla Voloshinov. Finalmente, pretendemos formular a partir de estas relaciones algunas hipótesis que creemos pertinentes, no solo para comprender los alcances de las indicaciones teóricas que estos autores nos ofrecen, sino sobre todo para conjeturar sus posibilidades de desarrollo, el valor heurístico de estos conceptos.
"La constitución del sujeto en Butler a partir de la teoría de Althusser. Críticas y contra-críticas."
Carolina Ré
IIGG-FSOC-UBA
re.carolina@gmail.com
Palabras claves:
Sujeto – Interpelación - Identificación- Performatividad.
En Aparatos Ideológicos de Estado, Althusser desarrolla el proceso de constitución subjetiva a partir del concepto clave de interpelación ideologíca. Los individuos son interpelados entonces en sujetos y desde su constitución se erigen como sujetos ideológicos.
Desde este punto de partida, diversos autores han recuperado, reformulado y desacreditado la teoría althusseriana en torno a la constitución del sujeto y la función de éste en la estructura social. En este sentido, nos proponemos analizar el funcionamiento del concepto de interpelación en los planteos de J. Butler, así como también el hincapié que realiza en la performatividad y la construcción de identidad respectivamente.
J. Butler argumenta que si bien la interpelación permite pensar en la subordinación primaria de los sujetos al poder y las estructuras sociales vigentes, Althusser deja de lado las consecuencias de una dimensión performativa del proceso por el cual se forman y conforman los sujetos. El carácter iterativo de la ley, en palabras de Althusser, o de la norma, en las de Butler.
De este modo, consideraremos algunas de las críticas que realiza J. Butler a la teoría althusseriana tanto en Mecanismos psíquicos del poder como en Lenguaje, poder e identidad.
En primer término, retomaremos el desarrollo de Butler en torno a la falta de una dimensión analítica que indague en la diferencia temporal que se abre como brecha entre el tiempo de la estructura, de la interpelación, y el tiempo del sujeto. El planteo se liga a la teoría de los “actos de habla” desarrollada por Austin, y la utilización de la diferenciación propuesta por el autor con respecto a los actos ilucocionarios y perlocucionarios. Es así que nos preguntamos por la implicancia de considerar la ilocución y perlocución en el proceso de constitución subjetiva, y cuál es entonces el papel de las divergentes estructuras temporales en la acción preformativa de los sujetos.
En segundo lugar, nos ocuparemos de las referencias de la autora a una superposición en la eficacia de la interpelación entre su propio mecanismo y el reconocimiento subjetivo. ¿Cuáles son las consecuencias de ésta superposición? Y ¿Qué lugar adquiere entonces el reconocimiento? son algunos de los interrogantes que proponemos abordar en el presente trabajo.
Por último, atendiendo nuestro interés inicial sobre la construcción de la identidad, esbozaremos la propuesta de Butler para poder plantearnos cuál es la relación de los distintos procesos de identificación con el reconocimiento althusseriano y en qué punto declarar una dependencia de la interpelación con respecto al reconocimiento es forzar, si se quiere, los argumentos de L. Althusser.
"Sujeto y lazo social en la teoría de la ideología de Louis Althusser"
Ricardo Abel TERRILES
IIGG-UBA-FSOC
rterriles@gmail.com
La complejidad del trabajo teórico de Louis Althusser en torno al concepto de ideología ha suscitado una serie interminable de debates y comentarios, algunos rayanos en la incomprensión. A nuestro juicio, las dificultades que afloran ante el tratamiento de la cuestión se vinculan, entre otras razones, al hecho de que, en la obra althusseriana, la noción de ideología cubre una constelación teórica que va bastante más allá del horizonte del discurso marxista, en donde dicha noción funciona fundamentalmente en clave de “crítica de la ideología”.
En ese sentido, encontramos en Althusser preocupaciones diversas anudadas a veces de modos heterogéneos o inarticulados al término “ideología”. Un rasgo notable de esos desarrollos es que por lo general trascienden los límites del discurso marxista, explorando cuestiones abiertas por la filosofía o las ciencias humanas que se desarrollaban, de manera contemporánea al trabajo de Althusser, en el campo intelectual francés.
En ese marco, nos interesa analizar, en esta presentación, lo que de la reflexión althusseriana sobre la ideología constituye, a nuestro juicio, el esbozo de una antropología materialista. Así, el juego conceptual entre ideología, lazo social y sujeto articula la lectura althusseriana del marxismo con algunos desarrollos del psicoanálisis lacaniano, sobre quien opera, a su vez, el influjo estructuralista de Lévi-Strauss.
Este trabajo se desarrolla en el marco del Proyecto UBACyT (S813) “Marxismo, psicoanálisis y comunicación: discusiones althusserianas”, dirigido por Sergio Caletti.
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"Los límites en el concepto de Interpelación; críticas y aportes del psicoanálisis para abordar el concepto de sujeto en Althusser"
Ingrid Sarchman
IIGG-UBA-FSOC
isarchman@fibertel.com.ar
Palabras claves:
ideología-interpelación-subjetividad-psicoanálisis
Hacer referencia a los límites en el concepto de Interpelación obliga a precisar los alcances de su propia definición. En ese sentido, este trabajo se propone avanzar en dos frentes. Por un lado, dar cuenta de los modos en los cuales el propio Althusser ha intentado explicar el concepto, y por el otro, los modos en los cuales se lo ha leído, analizado y dado cuenta de sus supuestas limitaciones.
Dos cuestiones se trabajarán de lo anteriormente expuesto. En primera instancia se trata de reservar una primera parte de esta exposición a desarrollar el concepto de interpelación en sí, el contexto en el cual el propio Althusser expone la noción, el lugar que ocupa en su obra y cómo se entronca con elementos anteriores de su teoría. En ese sentido se trata de dar cuenta el modo en el cual propone la eficacia y la productividad de la interpelación adscribiéndola al problema de la ideología, elemento central en la teoría althusseriana
La segunda cuestión de la que nos ocuparemos en este trabajo se relaciona con las lecturas posteriores que se han hecho de el mencionado concepto. Focalizaremos el análisis específicamente en la crítica que el autor esloveno Slavoj Zizek hace de la interpelación. En líneas muy generales, la relectura que este segundo autor hace pone el acento en los supuestos blancos que Althsser dejó. Zizek plantea que Althusser nos da las claves para explicar la constitución subjetiva, explica el “cómo” pero no el “por qué”. Da cuenta de cómo la ideología interprela a los individuos en sujetos, cómo contestan al llamado de la ideología pero no porqué responden a algunos llamados y a otros no. Algunos elementos del psicoanálisis podrían dar las claves de esta lectura y la complejización del modelo. Zizek retoma el grafo del deseo lacaniano para dar una nueva clave de lectura. De todas maneras, este modo de abordaje presenta, por su misma enunciación, algunas aristas discutibles.
La idea que guiará esta segunda parte es la pregunta por la pertinencia de tales críticas.
Finalmente y como modo de unir las dos perspectivas que nos proponemos desarrollar, intentaremos, establecer algunas conclusiones con respecto a los aportes del psicoanálisis para el abordaje de la teoría althsseriana.
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas" Mesa 4: El lugar del sujeto - abstracts
Roque Farrán
UNC/Conicet
roquefarran@gmail.com
Palabras clave:
sujeto, inversión, particular, universal
Quisiera interrogar el punto de encuentro/desencuentro entre Althusser, Lacan y Badiou en torno a la posibilidad o no de otro concepto de sujeto. Para ello recorreré, sin pretensiones de exhaustividad, distintas figuras teóricas de la operación de inversión que, según entiendo, podría ser el índice par excellence de la intervención/sujeto.
Voy a sostener que la operación efectuada por aquellos teóricos que inventan conceptos no es otra que una «inversión» –aunque también podría llamarse subversión o retroversión. Esta operación no es simétrica al orden que trastoca. Es el caso, i.e., de Cantor y su invención del infinito matemático, de Freud y su invención del inconsciente psicoanalítico, de Marx y su invención de la plus valía en el trabajo, o de Levi-Strauss y su invención del análisis estructural de las leyes de parentesco. En cada uno de estos casos lo que se ha operado, afirmaré, es la (trans)valoración de una noción cuyas propiedades negativas referidas al saber dominante la deslegitimaban de algún modo (infinito, inconsciente, fuerza de trabajo) y que, al ser valoradas positivamente, han producido –o precipitado en– un nuevo concepto. Por supuesto, la operación subversiva señalada aquí aparece de manera más evidente en los dos primeros casos (Cantor y Freud), pues los términos «infinito» e «inconsciente» son claramente negativos, sin embargo veremos que en Marx y Levi-Strauss sucede lo mismo sólo que el particular analizado (fuerza de trabajo o ley de parentesco) no es desestimado por el saber prevalente sino equiparado sin más a los otros términos particulares y subordinado al universal abstracto.
De manera habitual, se suele pensar teóricamente que hay que establecer de algún modo las condiciones de posibilidad de lo que acontece. Así se fijan a priori las categorías de le entendimiento puro o las redes arqueológicas del saber. Sin embargo, con Althusser, Lacan y Badiou es otra la perspectiva que se abre. Deseo enfatizar junto a ellos la operación de inversión por la cual, al intervenir, se constituye un sujeto. Necesitamos pensar y conceptualizar el acontecimiento pues es, a la inversa de lo habitual, el azar de su ocurrencia y recurrencia impredecibles el que determina las condiciones de posibilidad del sujeto.
Cuando Levi-Strauss dice que las leyes de parentesco en general y la prohibición del incesto en particular, son un punto privilegiado de análisis para el pensamiento del clivaje naturaleza/cultura, acude para demostrarlo al contraste entre la generalidad de las leyes naturales, que se distribuyen homogéneamente en diversidad de situaciones, por una parte, y la arbitrariedad o convencionalidad heterogénea que presentan las leyes humanas, por otra parte. Entre estos dos tipos de leyes, la prohibición del incesto reúne ambas características: es universal como las leyes de la naturaleza y a su vez adquiere distintos rasgos particulares en distintas culturas.
Con el valor del trabajo, en Marx, sucede algo semejante. Según la economía clásica estudiada por Marx el trabajo, considerado como una mercancía particular más entre otras, debería tener un valor referible al valor de cambio universal; sin embargo al tratar de establecer lo que cuesta el trabajo como mera mercancía damos inesperadamente con la subsistencia y reproducción de la fuerza de trabajo, es decir, el trabajador mismo, sin el cual ninguna de las otras mercancías podrían ser producidas. Del mismo modo que en Levi-Strauss, nos encontramos entonces con una singularidad que subvierte la relación particular/universal, pues pasa a ser él mismo el reverso material del universal abstracto que servía como norma o patrón de evaluación aunque no lo sustituya totalmente en tanto la referencia al valor es lo que permite establecer las diferencias, sólo que el trabajo es un punto límite: es la condición de posibilidad misma del valor de las mercancías. Contra todas las precauciones estructuralistas y postestructuralistas ¿Por qué no le llamaríamos sujeto a tal operación de inversión?
“Sobre parricidios y fidelidades. Ernesto Laclau y Alain Badiou lectores de Louis Althusser”
Gonzalo Barciela
IDAES-UNSAM
viva_peron_carajo_1973@yahoo.com.ar
Palabras clave:
SUJETO- SOBREDETERMINACION – HEGEMONIA - ACONTECIMIENTO
Entendemos que la obra de Louis Althusser marca con su impronta, los actuales estudios sobre la subjetividad política. En este orden de ideas, el propósito de la presente comunicación será rastrear las huellas conceptuales de la obra de Althusser en los desarrollos teóricos de Ernesto Laclau y Alain Badiou, enfrentándolos ante un tópico mayor: el del lugar, o no lugar, del sujeto en la política.
Sin duda que ambos pensadores no dejan de manifestar sus deudas para con quien fuera uno de los mayores animadores de los debates teóricos y políticos de los años ’60 y, asimismo, pretenden resolver los impasses que, a su juicio, afectaron al althusserismo.
Ajenos al afán exegético o a la observancia filológica, entendemos que las categorías de causalidad estructural, sobredeterminación y condensación, son retomadas por Badiou y Laclau, dentro de un campo de problemas que el mismo Althusser esgrimió, en sus últimos años, bajo el sintagma “materialismo del encuentro”. Dicha reflexión se esforzaba en pensar de qué forma permanece aquello tiene lugar. Este permanecer implicará una puesta en consistencia o toma de consistencia (prise), que abre las vías de la subjetividad política. El encuentro pensado a partir del clinamen epicúreo, no se agotará en su efectuación evanescente e infinitesimal, sino que deberá adquirir consistencia histórico-política, formar mundo, en las palabras del Badiou de Logiques des mondes.
Lejos de una ruptura, el materialismo del encuentro recupera las categorías de causalidad estructural, condensación y sobredeterminación, ya mencionadas, dirigidas a pensar cómo la estructura de una situación dada, en el proceso efectivo de advenir históricamente, resulta transformada por la efectuación de un acontecimiento impredecible. Desde aquí situaremos, la emergencia del sujeto, entendido a partir de Badiou como el desprendimiento o efectuación de una primera consecuencia del acaecer contingente del evento.
El sujeto acontecimiental nos permitirá revisar críticamente la causalidad estructural metonímica, en tanto causa ausentada en su propia efectuación, y el sujeto que le es propio, desplazado en la deriva significante, tal como lo propusiera Jacques-Alain Miller tempranamente en La suture.
Si la teoría de la hegemonía de Ernesto Laclau establece cómo clave de inteligibilidad de lo social, la efectuación de operaciones hegemónicas, resultantes de la articulación y, por lo tanto, la sobredeterminación, de elementos presentados en una situación histórico-social, es decir, que su teorización se ubicará en la senda misma de la causalidad estructural, Alain Badiou, por el contrario, inclinará todos sus esfuerzos a pensar cómo el acontecimiento, partiendo de un lugar inasignable, se efectúa dentro de una estructura, ubicándose en el camino trazado en su temprana crítica a Althusser, a partir del impasse que se produce en los conceptos de estructura dominante y estructura determinante, y la problemática de la coyuntura.
De esta manera pretendemos zanjar la aparente aporía sujeto-estructura, supuestamente presente en los escritos Althusser, ubicando el problema del sujeto, más acá, y más allá, del effet du sujet, presentado en 1970.
“Acercamientos al pensamiento de las relaciones entre sujeto y política: Althusser y Badiou”
Sebastián Ackerman;
Silvia Hernández;
Paula Morel
sebasackerman@gmail.com; hernadez.silvia@yahoo.com.ar; paureldr@yahoo.com.ar
UBA-FSOC
Palabras clave:
imaginario, política, ideología, sujeto
En un intento de puesta en diálogo y para su posterior debate, presentamos nuestro trabajo, aún en estado exploratorio, con el objetivo de hacer comunes nuestras reflexiones en torno a las posibles relaciones entre política y sujeto que habilita la producción teórica de Louis Althusser. Para ello, consideraremos con especial atención una de las dimensiones de aquella articulación conceptual: la de lo imaginario. Para reflexionar sobre su riqueza en tanto categoría teórica, explicitamos como condición de producción la lectura althusseriana de la obra de Jacques Lacan.
En principio, quisiéramos señalar que la incorporación de la problemática del sujeto en el campo de lo ideológico llevada a cabo por Althusser puede leerse como un corte en el marxismo que, luego, otros intelectuales como Alain Badiou, han decidido explorar. En este sentido, pensamos que este autor propone conceptos que permiten enriquecer esta línea de pensamiento. Es por ello que en el presente trabajo buscamos recorrer algunas de las nociones planteadas por él, que a nuestro entender nos permiten profundizar en tal problemática.
De este modo, retomamos las reflexiones de Badiou, quien entiende que “lo que llamamos ‘democracia’, y cuyo triunfo universal se celebra, debe ser denominado parlamentarismo. El parlamentarismo no es solamente una figura objetiva o institucional (elecciones, Ejecutivo dependiente –en grados muy variables- de un Legislativo surgido de elecciones, etc…). Es también una subjetividad política particular [el resaltado es nuestro], un compromiso que tiene a ‘democracia’ por tema valorizador, por designación propagandística” . En este fragmento, encontramos huellas que permiten retomar la concepción althusseriana del sujeto como efecto de la Ideología. En este trabajo problematizaremos las consecuencias teóricas de dicha afirmación, en especial teniendo en cuenta las formas específicas que esta subjetividad adquiere en la formación ideológica particular que Badiou denomina como “capital parlamentarista”.
De este modo, la relación entre política y sujeto adquiere importancia, creemos, en nuestro contexto actual en la medida en que es posible reconocer fenómenos tales como lo que podría llamarse –y que ejemplificaremos con más detalle- una individualización de las campañas electorales (“una propuesta para cada barrio”) y su manifestación en diferentes prácticas que construyen efectos de sujeto (“Cristina, Cobos y vos”, “No te votes en contra”, foros en Facebook, caminar los barrios para “estar con la gente y conocer sus necesidades reales”). Dichos efectos-sujeto dan cuenta de una constitución de lo político en vínculo estrecho con una lógica de la gestión, tal como sostiene Badiou: para hablar en sus términos, afirmamos que estamos ante un “sujeto automático despojado de todo deseo” que asiste a “una representación sin apuesta subjetiva”(1).
(1) Badiou, A., De un desastre oscuro (Sobre el fin de la verdad de Estado), Amorrortu, Bs. As., 2006.
“El sujeto de la sobredeterminación puesto en perspectiva. Althusser antes y después de 1969”
Aldo Avellaneda
CES-UNNE, Conicet
sashadam81@gmail.com
Palabras Clave:
Sujeto – Política – Contradicción sobredeterminada – Conciencia
En líneas generales, el concepto de sujeto en Althusser se deriva muy rápidamente del texto sobre los aparatos ideológicos. Es con arreglo a él que se han hecho y deshecho las críticas y los elogios. Estos debido a la necesidad que supuso de repensar los procesos “secundarios” que se daban en la nebulítica superestructura, aquellas debido al poco o más bien inexistente margen de acción resultante de situar una “última instancia” económica y una primacía de lo inconsciente. Ahora bien, dispuesto el tema sobre la necesidad de la acción política (ya que en cierto sentido, una parte de Althusser lo que afirma es una primacía de lo político), este sujeto, tal vez peque (pensado claro está, desde un lugar por no ser del todo materialista.
La presente intervención tiene como intención delimitar algunas de las características de un sujeto en particular. Se trata de la noción de sujeto en Althusser, aunque no precisamente de aquél que es soporte de una estructura o es “de y por la ideología”. Mas bien de quien se nos aparece cuando lo pensamos en su encuentro con la particularidad de las contradicciones que – según Althusser – predominan en el pensamiento marxista y en las sociedades capitalistas: las contradicciones sobredeterminadas. A este fin, y como impulso se imponen ciertos interrogantes. ¿Qué sujeto es necesario pensar (con o a contramano de Althusser) luego de leer los procesos sociales estructurados sobre contradicciones a su vez sobredeterminadas?, ¿A qué visión de los procesos de subjetivación nos remite y a qué distancia se encuentran estos de aquellos supuestos en teóricos tan distantes entre sí y a la vez de Althusser como lo son Laclau y Lukács?
En primer lugar se realiza un rápido repaso por las implicancias de la noción de conciencia de clase en el sujeto lukacsiano (siempre en el sentido de sujeto de acción política) elaborándose al respecto algunos comentarios (tomando como insumos las críticas que él mismo realiza en el famoso prefacio de 1967 a Historia y Conciencia de Clase). Para tasar las diferencias respecto de Althusser en este punto puede ser interesante plantear la particularidad del desplazamiento de éste de la centralidad del trabajo como marco de experiencia privilegiado en la constitución de la subjetividad, ya que es vox populi el estallido en Althusser – y no solamente por recuperos provenientes del psicoanálisis, este es el punto que queremos destacar – de cualquier hipotética unidad de una conciencia de clase.
En un segundo momento, se realizan algunos comentarios sobre si el sujeto en Laclau no supone también fuertes restricciones. Sucede que, y más allá de la posibilidad que se le asigna de una acción hegemónica, al reducirlo a sujeto demandante (en La Razón populista y en relación a la acción política se afirma la fórmula sujeto = sujeto demandante) dicha acción parece tener sus carriles bien definidos (al definir los presupuestos necesarios para dicha concepción). En este punto se recuperan las críticas althuserianas a la manera de pensar que hace de lo político un dimanante del concepto de Estado a la vez que se relacionan nuevamente con el concepto de contradicción sobredeterminada.
“Ideología, sujeto y política. Contribuciones a partir del legado de Althusser”
Hernán Fair
CEDIS-UNSAM, Conicet
herfair@hotmail.com
Palabras clave:
Ideología, Sujeto, Política, Psicoanálisis
La gran mayoría de las teorías tanto políticas, como sociológicas y filosóficas desde la Antigüedad hasta nuestros días han venido insistiendo de manera perentoria en la necesidad mítica de dejar a un lado los antagonismos y confrontaciones sociales y realizar la tan ansiada unidad social. Así, desde el platonismo, hasta las distintas corrientes contractualistas, el panlogicismo, la sociología organicista y funcionalista, el positivismo, la ciencia política sistémica, el liberalismo y neoliberalismo económico, los fascismos de derecha, el marxismo y las nuevas corrientes neokantianas, para citar sólo a las principales, han creído posible alcanzar un tipo de sociedad en el que en una etapa final, a veces no especificada, se alcanzaría un mundo de felicidad, paz y armonía general que incluiría a toda la sociedad en su conjunto, o bien se lograría dejar de lado o suspender los antagonismos y relaciones desiguales de poder, para alcanzar una sociedad guiada por la pura lógica consensual o “comunicativa”. Aunque existen algunas diferencias notables en relación a estas teorías, entre las que podemos destacar en particular la existencia, o bien ausencia, del conflicto social como motor de la Historia, colocando al realismo hobbesiano y el materialismo marxista como principales exponentes del primer campo y al cristianismo, el funcionalismo parsoniano y el organicismo durkheimiano entre los segundos, cada uno de estos enfoques tan diversos comparten a su modo el deseo eterno de eliminar del seno de la sociedad al conflicto social y específicamente a lo político, entendido como la presencia ineludible del antagonismo.
A partir de mediados del siglo XX, con los aportes de la hermenéutica, el psicoanálisis, el estructuralismo, la semiótica, la filosofía analítica y la antropología interpretativa, y especialmente en los últimos veinte años, con el surgimiento de las corrientes postmodernas y postestructuralistas, diversos enfoques han criticado estas teorías de la “plena presencia”, la completa “transparencia” o la ausencia de antagonismos constitutivos. Cada uno de estos enfoques críticos de la metafísica platónico-hegeliana insisten desde entonces en la imposibilidad de retornar a los “grandes relatos”, ya que existe un “casillero vacío” imposible de ocupar plenamente. En este trabajo, sin embargo, nos centraremos en las críticas a los intentos de universalidad realizados por la corriente de psicoanálisis, especialmente desde su vertiente lacaniana. Más específicamente, pretendemos abordar las críticas llevadas a cabo por lo que Slavoj Zizek ha denominado la Teoría psicoanalítica de la ideología. Para ello, tomaremos como punto de partida los fundamentales e ineludibles aportes iniciales brindados por el novedoso enfoque estructuralista del filósofo marxista Louis Althusser. En dicho marco, nos centraremos en su recuperación y reformulación de la noción marxista de ideología en conjunción con los aportes del psicoanálisis lacaniano. Entendemos que esta particular recuperación de la noción de ideología tal como fue abordada por Althusser en algunos de sus textos, contiene el germen de un pensamiento crítico que resulta sumamente pertinente para pensar una contrahegemonía a los valores dominantes de la actualidad. En una segunda parte, analizaremos brevemente la recuperación crítica de este tipo de análisis de las ideologías a partir del enfoque post-marxista de Ernesto Laclau. En ese contexto, nos centraremos en particular en sus aportes para una crítica intraideológica de la ideología. Finalmente, concluiremos analizando la recuperación de este tipo de enfoque ideológico llevada a cabo por la Escuela Eslovena de psicoanálisis de Slavoj Zizek. En dicho marco, señalaremos sus puntos de diálogo y sus críticas tanto al enfoque intraideológico de Laclau, como al análisis de las ideologías del propio Althusser.
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas" Mesa 5: Marxismo, historia y estructura - abstracts
Por Juan José Martínez Olguín
IIGG- UBA
jjmo_snm@hotmail.com
Palabras claves:
Althusser, causalidad estructural, sobredeterminación, historia.
La obra de Luis Althusser posee, a pesar de haber sido en buena parte marginada del ámbito académico y científico (sobre todo a partir de la crisis del marxismo en el 70 y del posterior drama personal del autor en la década del 80), una extraordinaria importancia para el conocimiento social. Tal como señala De Ípola (2007), el filósofo francés fue “el primer y único marxista de alto nivel que Francia produjo en toda su historia”. Es por ello que la propuesta de la presente ponencia se dispone a “rescatar del olvido”, principalmente (aunque no únicamente) a través de la lectura, estudio y análisis de sus obras “clásicas” “Lire Le Capital” y “Pour Marx”, uno de los aportes más relevantes que el autor realizó a la corriente marxista: la elaboración de una concepción de historia crítica de la noción (ideológica) de historia elaborada por Hegel, cuya importancia, en virtud de sus implicancias teóricas, es de un inmenso valor teórico, pues la misma se funda en un concepto de totalidad social radicalmente diferente al hegeliano, y más aún, supone una crítica profunda a la mismísima naturaleza de la dialéctica de Hegel.
Según Althusser, el concepto de historia elaborado por el filósofo alemán posee dos características esenciales: en primer lugar, la continuidad homogénea del tiempo histórico, y en segundo lugar, la contemporaneidad de dicho tiempo o categoría del presente histórico, condición de posibilidad de la primera. La crítica de ambas características (pero principalmente de la segunda) como constitutivas de la noción hegeliana de historia le permite al autor marxista desarrollar la relación que está presente en el pensamiento de Hegel entre totalidad social y existencia histórica de dicha totalidad (o tiempo histórico) y, de esta forma, a través del análisis de dicha relación, el autor francés refuta no sólo la relación misma, sino principalmente, el concepto de totalidad social hegeliano concebido como una unidad espiritual. Althusser sostiene que Marx propuso en su obra madura (principalmente en “El Capital” y en obras como la “Introducción General a la Crítica de la Economía Política” de 1857), un concepto de totalidad concebido como un todo estructurado, y por lo tanto, sustancialmente diferente a la unidad expresiva de aquél expuesto por el filósofo de “La Fenomenología del Espíritu”. Ello implica que en el marxismo la noción de historia presenta diferencias insalvables con la contemporaneidad del presente histórico de Hegel (debido a que su contenido se funda en concepciones de totalidades sociales diferentes); es preciso, entonces, hablar de temporalidad histórica diferencial, de sobredeterminación y de causalidad estructural para acercarse a un concepto científico de historia.
En síntesis, en la crítica de Althusser a la noción de historia de Hegel está involucrada una crítica aún más profunda: a su concepto espiritual de totalidad. Por lo tanto, según el propio autor francés, es imprescindible una relectura de Marx para “rastrear” en él un concepto de historia científico que se funde en un concepto de totalidad también científico, y por lo tanto, no ideológico; relectura que pone de manifiesto, además, las diferencias que dicha elaboración teórica implica con la naturaleza misma de la dialéctica hegeliana.
“Aproximaciones a una lectura materialista de Louis Althusser”
Federico Martín Miliddi.
UBA, Conicet
fede262@yahoo.com.ar y federicomartinml@hotmail.com
Palabras clave:
marxismo, praxis política, ciencia, sujeto.
En nuestro trabajo nos proponemos leer a Louis Althusser. Al Althusser que en los años ‘60 y ‘70 introdujo una verdadera revolución teórica dentro del campo del materialismo histórico y de las Ciencias Sociales. Leerlo y adentrarnos en las honduras de una reflexión clave sobre la teoría del conocimiento y la filosofía y particularmente sobre la teoría marxista. Tratar de comprender los aportes y las zonas oscuras de un pensamiento que marca una bisagra en los estudios epistemológicos y en las investigaciones sobre la filosofía y la Historia. Leer a Althusser para discutirlo; discutiendo a su vez con las imputaciones de stalinismo, precursor del posestructuralismo, mecanicismo, funcionalismo y dogmatismo que pesan sobre su persona y su obra (reconociendo al mismo tiempo los elementos concretos, presentes en sus textos, que dan pie a tales lecturas). Leer a Althusser pensando los “desajustes” y vaivenes que cruzan sus textos. Leer a Althusser para interrogarlo, para interpelarlo sin contemplaciones, para rescatar sus innovaciones teóricas y repensarlas a la luz de otras discusiones y aportes que puedan dinamizar su pensamiento o plantear posibilidades de comprender las lagunas y contradicciones de su producción teórica y de su práctica política.
Leer a un pensador profundamente actual, rico y polémico al que la academia oficial frecuentemente ha condenado a un destierro que no se salva por el “rescate” de algunos textos considerados canónicos. Leer a Althusser como un desafío, aceptando las provocaciones que nos plantea en sus textos; leerlo para abrir nuevas dudas y preguntas, para recuperar debates olvidados y no zanjados y tratar de repensar sus discusiones y aportes fundamentales para la práctica revolucionaria y el conocimiento científico. Leer a Althusser retomando su invitación a la lectura de los textos teóricos centrales del materialismo histórico, considerando su obra como una de las más destacadas dentro de esta tradición; leerlo “sintomáticamente”, a través de sus preguntas (y de la ausencia de determinadas preguntas en sus obras) y sus respuestas, de sus afirmaciones y omisiones, de sus elisiones, de sus palabras y sus silencios, de sus contradicciones. Leerlo, en definitiva, como el propio Althusser se planteara la tarea de leer El Capital.
Los ejes principales de la lectura de Althusser propuesta aquí serán algunas cuestiones concernientes a la relación entre ciencia y política en el primer Althusser, pensadas a su vez, articuladamente con el problema del sujeto en la concepción althusseriana y las formas de práctica política (y la propia definición del lugar y las posibilidades de la política en este esquema) derivadas de la relación entre este sujeto y las estructuras. Otro punto que trabajaremos aquí será el de la articulación de las instancias y las contradicciones, sus autonomías relativas y sus temporalidades diferenciales como matriz radicalmente novedosa, rupturista y polémica para pensar la Historia y la Revolución pero atravesada, al mismo tiempo, por numerosos problemas conceptuales y puntos ciegos. Estos ejes estarán cruzados, a su vez, por una cuestión central que estructura la totalidad del trabajo: las implicancias teóricas y políticas de la compleja y problemática combinación efectuada por Althusser entre la teoría estructuralista y el marxismo (entendido no solamente como corpus teórico –filosófico y metodológico– sino también como lo que Gramsci llamara “una filosofía de la praxis”, es decir, como una doctrina científica orientada a la transformación revolucionaria del mundo mediante la práctica política para alcanzar la tarea de la emancipación humana). Las cuestiones consideradas como más relevantes dentro de la producción althusseriana (epistemología y revolución, ciencia, política e ideología, estructuras y lucha de clases) no se pensarán escindidas, como esferas aisladas, sino en íntima relación, tal como el marxismo sostiene que deben ser pensadas.
Juan Cristóbal Dell´Unti
FAHCE-UNLP.
Palabras Clave:
subjetividad, Estado, Caja de Resonancia, Formaciones sociales.
Más allá de las múltiples interpretaciones a los que se encuentre sujeto, el fenómeno de la recepción es posible de ser estudiado desde el modo particular que se observa en los casos que presentan un doble movimiento simultáneo: continuidad y ruptura. En este sentido, es factible delimitar estos casos cuando una obra X acepta algunas tesis determinadas de un autor anterior, sin por esto acordar con las conclusiones globales en las cuales estas se encuentran inscriptas. El objetivo de este doble movimiento se halla depositado en la apertura que permite la captura localizada del contenido de esas mismas tesis, para la formulación de los enunciados propios que busca expresar la obra receptora.
Este es el caso de la relación entre la obra Mil Mesetas(1), escrita a dúo entre Gilles Deleuze y Félix Guattari en el año 1980, y el texto de Ideología y aparatos ideológicos de Estado(2) de Louis Althusser, aparecido para el año 1970. En este caso la recepción realizada por el texto de edición posterior, parecería operar como un fenómeno parcial al fragmentar la obra raíz para tomar de ella dos postulados concretos, pero, al mismo tiempo, operando un profundo quiebre con el objeto central de estudio del texto althusseriano. De esta manera, Deleuze y Guattari, retoman el examen de la relación entre individuo y subjetividad, expuesta por Althusser, para analizar los regímenes de signos que se formulan entre ambas instancias. Así también, retoman el estudio del Estado y las relaciones con los aparatos ideológicos de estado, para expresar la noción de “caja de resonancia”. Pero estas recepciones se efectúan sobre la ruptura central y determinante del concepto de ideología. Presentar este caso donde se retoman dos afirmaciones, al mismo tiempo que se niega explícitamente el concepto central que estas mismas afirmaciones se proponen profundizar, es el objetivo de nuestro trabajo.
De todas formas, aún frente a tan singular caso, creemos que es posible hablar de una recepción del pensamiento althusseriano en la obra de Deleuze y Guattari. Y esto no solo por encontrar una referencia puntual en algún lugar de la obra, sino más precisamente, porque en Mil Mesetas se retoma el camino comenzado por este primer autor, concernientes la apertura de las variables de análisis que entran en juego en el análisis de las relaciones de poder que se constituyen al interior de una sociedad. La continuidad dentro de la tradición marxista es observable en esta última obra, no solo en la búsqueda de una reformulación del porvenir revolucionario, sino también en aquel carácter compartido entre estas dos obras en cuestión, de la necesidad de avanzar en la complejización de la visión crítica sobre los conceptos centrales del la filosofía política, como son el Estado, el poder y las formaciones sociales posibles de producir los acontecimientos transformadores.
(1) Deleuze, G. y Guattari, F. Mil Mesetas, Capitalismo y Esquizofrenia, Ed. Pre Textos, Valencia, 2002.
(2) Althusser, L. Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Ed. Nueva Visión, Bs. As. 2008.
“Desbocado: Althusser más allá de Marx.”
Esteban Rodríguez
UNLP
rodriguezalzueta@yahoo.com.ar
Palabras claves:
El partido, los movimientos sociales y el debilitamiento del Estado.
"El porvenir es largo" es la escritura póstuma de Louis Althusser, un libro tan contradictorio como precioso en sus hallazgos. Esos hallazgos son las sospechas de un militante desencantado; las preguntas pendientes que habrá que ir tanteando mientras se ensayan nuevas apuestas; son los disparadores pero también las tareas inconclusas que se encomiendan a las generaciones futuras, al porvenir.
"El porvenir…" es un libro raro porque la política, que será antes que nada la promesa de la política, se intuye a partir de experiencias concretas que ya se estarían insinuando en el presente desde los intersticios sociales, más allá del Partido, de las formas clásicas y naturalizadas de la política en la izquierda.
Muchas de las tribulaciones de “El porvenir…” no son inéditas. Ya las había puesto a prueba a mediados de los setenta, ante auditorios desconcertados no solo por la violencia de sus palabras sino por la incorrección de sus posiciones. En nuestra ponencia nos proponemos revisitar aquellas intervenciones públicas sea “El marxismo como teoría finita”; “Lo que no puede durar en el Partido Comunista” o “La crisis del movimiento comunista internacional frente a la teoría marxista”, entre otros.
Esta es la provocación de Althusser y también su legado: la posibilidad de leer a Marx más allá de Marx y no sentir culpa por ello, la posibilidad de ir más allá del canon tradicional. “El marxismo es una teoría finita”, dice Althusser. Eso quiere decir que no hay que empecinarse en buscar todas las respuestas en la escritura de Marx. Las categorías que construyó Marx, no sirven para comprender la complejidad de la trama social y cultural con la que tenemos que medirnos todavía. Eso no habla mal de Marx sino de los marxistas. Nos habla de la pereza teórica de muchos intelectuales pero también de la modorra intelectual de los cuadros políticos que se empecinan en repetir de memoria las lecciones que alguna vez los maravilló, como si la historia fuese siempre la misma historia.
Nadie escribe para la posteridad, se escribe con el deseo de intervenir en la realidad que a cada uno le toca. Cada generación tiene el derecho a la imaginación, a construir sus propias categorías para aprehender la particularidad de la realidad en la que se inscribe. La realidad que le tocó a Marx es muy distinta a la que le tocó a la generación de Althusser y, seguramente, la realidad de las próximas generaciones, será también distinta con la que está lidiando él en ese momento. Por eso, cuando Althusser reclama el derecho a tener una tesis, a construir su propio utillaje teórico, lo que está haciendo es desmalezar el camino para las generaciones que vengan, despojándolo de sus lugares comunes, de las frases hechas, de la respuesta obsecuente aprendida de memoria. Para un materialista histórico no puede haber respuestas para siempre. Como decía Althusser en “El porvenir…”. no soy optimista, pero me remito a esta frase de Marx: de todas maneras, la historia tiene más imaginación que nosotros, de todas maneras estamos reducidos a pensar "por nosotros mismos".
Jornadas "Por el camino de Althusser. Marxismo y psicoanálisis: legado y perspectivas" Mesa 6: Ciencia y filosofía - abstracts
Carolina Collazo
IIGG-FSOC
carolina_collazo@yahoo.com.ar
Palabras claves:
estructura, contingencia, necesidad, determinación
En el anexo de Contradicción y sobredeterminación(1), Althusser esboza una serie de críticas a lo que denominó el “modelo azar-necesidad”, refiriéndose a la propuesta de Engels de pensar la relación base-superestructura como un movimiento que se abre como necesidad, cuya implicancia supone que no sería lo determinante la necesidad misma sino que sería esta misma necesidad la operación por la cual una casualidad se instituye. Ese movimiento, a su vez, es un azar entre una infinidad de azares, en palabras de Engels “una muchedumbre infinita de casualidades” en la que irrumpe una necesidad. Entonces, los efectos no pueden ser sino infinitos y accidentales.
Los desarrollos teóricos de los últimos escritos de Althusser invitan a releer su despliegue teórico anterior y, en el caso particular de la reflexión propuesta en esta ponencia, dicha revisión se llevara cabo puntualmente sobre una vuelta las críticas desarrolladas por el propio Althusser a lo que en las primeras líneas mencionábamos como “modelo necesidad-azar”.
Los planteos de Althusser en Para un materialismo aleatorio(2), parecieran sentar posición respecto de las nociones de “contingencia” y “necesidad” sin reparos y de una manera mucho más explícita que en sus escritos anteriores (incluido La revolución teórica en Marx, en donde radica la crítica al modelo de Engels). Si bien las formulaciones de Althusser sobre los principios de este materialismo del encuentro son apenas esbozos de un campo que aún no cuenta con un desarrollo que trascienda lo sugerido por este autor, resulta sumamente interesante a los fines de esta exposición pensar los posibles alcances de las hipótesis presentadas allí y que aquí simplemente sintetizaremos en la siguiente afirmación: “la necesidad de la contingencia está en la raíz de la contingencia de la necesidad”.
La ruptura decisiva con la noción de determinación como eje para pensar el proceso histórico y la primacía dada a la contingencia, aún cuando se sostenga la noción de estructura, obliga a releer a Althusser desde el seno de sus propias formulaciones y a explorar los alcances de la controversia generadas sobre sus últimos escritos.
Por último, y encarnando el sentido de lo esbozado en el párrafo anterior, la presente ponencia se constituye como el marco introductorio para el desarrollo de una serie de cuestionamientos que pretenden poner en relación este giro, si se permite la expresión, dentro del pensamiento althusseriano y los aportes que en este sentido podrían vislumbrarse en la práctica desconstruccionista propuesta por Jacques Derrida, en la medida en que para Althusser es dable ubicar al autor como uno de los exponentes de esta tradición materialista casi completamente desconocida, subterránea y reprimida por la tradición filosófica, pero que, sin embargo, no hay un desarrollo más allá de la mención.
En este sentido, la vinculación así propuesta excede por completo los alcances de esta exposición, pero sin detrimento de lo cual ésta se pretende como condición de producción para dejar plantados algunos lineamientos pendientes que a modo de síntesis extrema podrían esbozarse de la siguiente manera: ¿en que partes del desarrollo teórico de Derrida podrían visualizarse huellas de los principios del materialismo del encuentro?, ¿resulta posible, en definitiva, esta empresa? ¿cuáles serían, en todo caso, las implicancias de una lectura de Derrida desde un posicionamiento cercano al que propone Althusser para esta corriente materialista? ¿aportaría este intento a la comprensión de este campo apenas esbozado?.
En un orden más específico, ¿qué lecturas críticas podrían desprenderse al poner en relación ambos autores bajo la noción de “estructura sin centro” y “efectos de estructura”? ¿qué diálogos se podrían establecer entre Althusser y Derrida en torno a las nociones de “identidad”, “origen”, “contingencia”, “historia, “estructura” y “acontecimiento”?, ¿que divergencia y que puntos de acercamiento podría haber entre la filosofía de la alteridad radical del ser en Althusser y la crítica a la determinación del ser como presencia en Derrida? y finalmente ¿Qué intercambios podrían establecerse entre ambos posicionamientos en torno a la problemática del discurso y que horizontes posibles promete esta discusión a la práctica política?
(1)En ALTHUSSER, L., La revolución teórica en Marx, Siglo XXI, Bs. As., 1967.
(2)Althusser, L, Para un materialismo aleatorio, Arena Libros, Madrid, 2002.
“Filosofía de este mundo, filosofía en esta historia. Algunos puentes entre filosofía e historia en el pensamiento de Louis Althusser”
Natalia Romé
IIGG-UBA, Conicet
En 1963, Louis Althusser escribía: “Queremos defender la pretensión de la filosofía de existir, sencillamente, como disciplina autónoma; no como disciplina de lo Otro o del Trasmundo, sino como disciplina autónoma de este mundo…”(1)
El trabajo que aquí proponemos apunta a recorrer algunos problemas en torno al lugar de la filosofía en la obra althusseriana en su doble articulación, con las ciencias (una específicamente, la teoría científica de la historia, esto es el marxismo) y con la política.
En principio, procuraremos revisar algunos de los hitos más significativos en el desarrollo de la tríada ciencia/filosofía/política, intentando reconocer los matices que fue adquiriendo y sus consecuentes efectos en las propias definiciones de los términos que la componen. Advertiremos que en la producción de Althusser, filosofía y política se anudan en una concepción del conocimiento entendido como proceso de producción, primero y efecto de luchas, después; pero siempre desplegado desde una apuesta de franca ruptura con la tradición ilustrada y su plan de “Reforma del entendimiento”. Esto es, asumiendo una cierta problematización de la historia, las posibilidades del conocimiento, de la filosofía y de la acción.
Desde la lectura “filosófica” de la obra de Marx hasta los trazos del “materialismo aleatorio”, la liquidación del componente trascendental señala una ruptura de la identidad entre filosofía e historia y abre el espacio a un conocimiento materialista y a una política efectivamente transformadora.
Nuestro horizonte será, entonces, la pregunta por la relación entre filosofía e historia; un vínculo que, una vez asumido el rechazo de toda Filosofía de la Historia, se abre vertiginosamente en un campo de problemas. Procuraremos trazar el mapa de esta topografía que convoca, desde la arista específica de la pregunta por la especificidad de la filosofía, algunos de los núcleos más densos de la problemática althusseriana: la relación entre ciencia e ideología; entre ideología y acción política; entre ciencia y sentido; entre conocimiento y transformación; entre ideología e historia. Un campo de problemas sumamente fecundo, que Althusser transitará con una ética del pensamiento en los extremos del pensamiento.
(1)“Filosofía y Ciencias humanas”, publicado en Revue de l´enseignement philosophiqueXIII, 5 (junio-julio 1963). En, Althusser, L. La soledad de Maquiavelo, Madrid, Akal, 2008.
Presentación
Toda vez que se aborda un autor se buscan aquellos elementos que han configurado su obra, sus diálogos con otras perspectivas, y por supuesto sus modos de recepción y lecturas posteriores. En esta oportunidad, retornar a Althusser constituye un desafío doble.
Por un lado, porque reabordar su obra obliga a buscar nuevas aristas, nuevas reverberaciones de aspectos ya puestos a dialogar, nuevas implicancias que complejizan y redefinen el campo.
Por el otro, porque en cada vuelta queda en evidencia la imposibilidad de agotar estas relaciones.